Riquísimas y cada vez más usadas, las almendras son unos frutos secos que deben estar presentes en tu alimentación.
Llenas de beneficios para nuestro organismo, un buen aporte de proteínas y la posibilidad de disfrutarla “en crudo” para un tentempié de media mañana o media tarde, las almendras son un alimento delicioso… ¿Ya lo has probado?
¿De dónde proviene la almendra?
El almendro (nombre científico Prunus dulcis) es un árbol frutal de hojas caducas (se caen en otoño) oriundo de zonas templadas o cálidas – siempre soleadas – que no tolera mucho el frío. Puede alcanzar los 10 metros de altura y su tronco es liso y verdoso durante la juventud, pasando a un tono más grisáceo en su etapa adulta.
Aunque no lo parezca, el almendro es de la misma familia que la rosácea, ¡una de las más evolucionadas del reino vegetal! Otra de las características destacadas es que tiene una floración temprana y el fruto se recoge 9 meses después de que comienzan a aparecer las flores. ¡Por eso también es uno de los favoritos de las abejas!
En cuanto a sus necesidades específicas de suelo, este debe ser suelto y arenoso, con buen drenaje para no oprimir las raíces.
Sin extendernos demasiado, les contamos que el almendro se cultiva desde la antigüedad en las zonas actuales de Palestina, Siria e Irán (Persia). Incluso aparece en las leyendas de la Biblia, simbolizando la vigilancia. No es extraño entonces que el árbol aparezca en pinturas del niño Jesús, haciendo referencia “al fruto de la virgen”.
Posteriormente los griegos lo llevaron a las costas del Mediterráneo y ya en el siglo XVIII un grupo de misioneros franciscanos plantaron los primeros almendros en San Diego, California.
Valores y propiedades nutricionales de la almendra
El fruto del almendro se la conoce como “almendra”. Esta tiene hidratos de carbono, agua, celulosa, proteínas y más de la mitad de su composición es grasa saludable. También nos aporta vitaminas B y D, hierro, calcio, fósforo y potasio, entre otros minerales.
Debido a que las almendras poseen azúcar no se recomiendan en personas con diabetes. Es bueno saber a su vez que este fruto seco tiene un alto valor energético y es muy saciante. Con un puñado dejaremos de tener apetito y mantendremos esa sensación por un par de horas.
¿Por qué deberíamos introducir la almendra en nuestra dieta?
Son muchos los beneficios de consumir almendras, por eso merece la pena destacar algunos de ellos:
-Reduce el colesterol “Malo”: si tienes niveles de LDL elevados, te recomendamos que empieces a consumir un puñado de almendras (mano cerrada) cada día. Su contenido en grasas saludables ayuda a destapar las arterias y mejorar el funcionamiento del sistema cardiovascular en general.
-Son aliados en dietas para bajar de peso: se suele creer que las almendras en particular y los frutos secos en general no son compatibles entre las personas que quieren adelgazar. Si bien es verdad que tienen bastantes calorías, lo cierto es que también sacian bastante el apetito y son más saludables que cualquier snack o barra de cereal. Como si esto no fuera suficiente, las almendras reducen la ansiedad entre comidas y esas “ganas” de comer a cada rato.
-Disminuyen la inflamación: Comer almendras periódicamente aporta una gran cantidad de antioxidantes en nuestro organismo. ¿Para qué sirven? Para bajar la inflamación y ralentizar el envejecimiento natural de nuestros órganos.
-Pueden reducir el riesgo de padecer Alzheimer. Si bien los estudios son muy recientes, se cree que los frutos secos, entre ellos las almendras, podrían ser una manera de evitar la aparición temprana de esta enfermedad cognitiva de la que poco se sabe.
-Mejora la artritis. Aquellas personas con artitris reumatoide experimentan mejoras interesantes en sus articulaciones y movimientos.
Recetas con almendras
Podemos incorporar las almendras de diferentes maneras en nuestra dieta. Lo más fácil es comer un puñado de este riquísimo fruto seco por las mañanas o las tardes. Pero también existen otras opciones, por ejemplo: en tartas, turrones, mazapán, toppings de helados, en chocolates, como leche vegetal o incluso como aderezo. ¡Las almendras son muy versátiles y se pueden consumir en preparaciones dulces o saladas!
Algunas recetas fáciles y rápidas para empezar a agregar almendras en tu dieta:
1.Yogur con almendras y fruta
En un frasco o vaso de vidrio colocas una capa de avena, una de yogur, una de almendras picadas, otra de yogur y por último decoras con fruta fresca u otro fruto seco.
2.Leche de almendras
Solo es cuestión de colocar almendras y agua en la licuadora y procesar bien. Luego se cuela con un colador de tela y se consume el líquido (se puede endulzar o aromatizar por con vainilla). Lo que queda en el colador se conoce como “bagazo” y se usa en pasteles y otras preparaciones dulces.
3.Aderezo de almendras
Si eres fanático de lo agridulce, este aderezo es perfecto para ti. Solo tienes que mezclar un puñado de almendras picadas con un poco de vinagre, zumo de naranja, aceite de oliva, sal y pimienta. ¡Lo esparces por encima de una ensalada y a disfrutar!
En NOUCA te recomendamos que empieces a consumir almendras, un súper alimento con muchas proteínas, vitaminas y minerales. Que además de delicioso, sacia el apetito y puede ser una excelente opción para evitar los snacks de paquete o el “pica pica” entre comidas. ¡Si aún no las has probado, dales una oportunidad!